¿Alguna vez te has preguntado de dónde viene la
expresión “estar a dos velas”? Hay debate, al parecer esta expresión, usada
para referirse a estar sin dinero o en una situación precaria, parece provenir
de las iglesias. Después de misa se apagaban todas las velas menos dos, las que
estaban situadas delante del sagrario; y como estas alumbraban muy poco el
templo quedaba triste y mortecino igual que el ánimo del que no tiene dinero
para comer. Aunque existe otro origen. En el libro El porqué de los dichos
(Ariel, 2015), su autor José María Irabarren, sugiere que “estar a dos velas”
alude al juego y al hecho de que, antiguamente, en las timbas y partidas de
naipes ilegales, el banquero solía contar los puntos y el dinero a la luz de
dos velas. En este supuesto, si un jugador lograba ganar todo el dinero de la
banca literalmente dejaba al banquero "a dos velas” (Fuente: Muy Interesante).
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